Los datos de la COVID-19 muestran algunas señales de aumento de la actividad

OLYMPIA. El Departamento de Salud del Estado de Washington (por su sigla en inglés, DOH) publicó hoy el último informe de situación estatal (solo en inglés) sobre la COVID-19, en el que se muestra que se está reduciendo el progreso de la lucha del estado contra la enfermedad desde principios de enero. Estas tendencias generan una preocupación significativa, ya que las variantes del virus que se propagan con mayor facilidad y provocan cuadros más graves de la enfermedad se están extendiendo por el estado. Las conclusiones del informe son las siguientes:

  • La transmisión de la COVID-19 podría estar aumentando. Nuestros cálculos del número reproductivo (la cantidad de personas nuevas que infectará cada paciente con COVID-19) se mantuvieron cerca de uno, y hubo mayor incertidumbre en las semanas recientes en comparación con los meses anteriores. Nuestra mejor estimación del número reproductivo en Washington era de 1.28 el 5 de marzo. El objetivo es mantener un número reproductivo muy por debajo de uno —lo que implica que la transmisión de COVID-19 está disminuyendo— por un período de tiempo considerable.
  • Al 11 de marzo, los recuentos de casos diarios de todo el estado se habían estabilizado en un nivel relativamente alto de alrededor de 654 casos nuevos por día. Los recuentos de casos comenzaron a estabilizarse el mes pasado luego de las disminuciones que empezaron a principios de enero.
  • En muchos condados, los casos se están estabilizando, pero esto varía un poco según el estado. 23 de 39 condados tuvieron tasas menores a 100 casos nuevos por cada 100,000 personas en el período de dos semanas que finalizó el 11 de marzo, y tres de esos condados no tuvieron casos nuevos durante ese período. Durante ese mismo período, 13 condados tuvieron tasas de entre 100 y 200 casos nuevos cada 100,000 personas, y dos condados tuvieron tasas de entre 200 y 300 casos nuevos cada 100,000 personas. Un condado tuvo más de 400 casos nuevos cada 100,000 personas, lo cual demuestra lo rápido que puede cambiar una situación cuando las personas modifican su comportamiento.
  • Los casos entre las personas mayores de 60 años están disminuyendo rápidamente, a medida que crece la proporción de personas vacunadas en este grupo de edad. En todos los grupos de edad, las reducciones en los recuentos de casos comenzaron a principios de enero y se estabilizaron ampliamente a lo largo del último mes. Esto varió un poco recientemente entre los adultos jóvenes y los jóvenes. Dado que esas poblaciones más jóvenes tienen tasas de vacunación más bajas, continúan siendo susceptibles a la enfermedad. Esto es especialmente preocupante a medida que aumentan las variantes, dado que incluso las personas jóvenes pueden enfermarse de gravedad y morir por la COVID-19.
  • Las tasas de admisión en los hospitales se redujeron desde principios de enero entre todos los grupos de edad. Sin embargo, comenzamos a ver que estas disminuciones se estabilizaron entre las personas mayores de 80 años (una población que es más vulnerable a enfermarse de gravedad) y entre las personas de 40 a 49 años (una población con menos cantidad de personas vacunadas que los grupos de más edad).
  • La cantidad de camas de hospital ocupadas por pacientes infectados o bajo sospecha de infección de COVID-19 comenzó a aumentar a mediados de marzo, después de las disminuciones estables que se observaban desde enero. Vemos este aumento en la cantidad total de camas ocupadas, así como en las camas de la unidad de cuidados intensivos (UCI).
  • La prevalencia estimada (el porcentaje de personas con infecciones activas de COVID-19) se estabilizó a comienzos de febrero, luego de haber descendido en enero. Una alta prevalencia significa que hay muchas personas con infecciones que quizás requieran atención médica y podrían estar propagando el virus a los demás. La mejor estimación de prevalencia basada en modelos hasta el 5 de marzo fue del 0.11 %.

“Estoy cada vez más preocupado por las señales que estamos viendo en los datos. Las disminuciones anteriores se detuvieron, y la actividad de la enfermedad podría estar aumentando”, afirmó el oficial interino de salud del Estado Scott Lindquist, MD, MPH. “Todos debemos reconocer que la pandemia no se terminó y que continúa habiendo un riesgo significativo, aunque cada vez se vacunen más personas. Debemos limitar la propagación del virus tomando buenas decisiones de manera activa en nuestras comunidades, lo que incluye usar mascarilla, mantener distancia de los demás, evitar las reuniones y posponer los viajes”.

El DOH se encuentra asociado con el Instituto de Modelización de Enfermedades, el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, la Universidad de Washington y el programa de Inteligencia Artificial para la Salud de Microsoft con el propósito de desarrollar estos informes cada dos semanas. Puede encontrar más datos sobre la COVID-19 en el panel de datos del DOH (solo en inglés) y en el panel de datos de la Hoja de ruta hacia la recuperación del estado (solo en inglés).

Fuente: Departamento de Salud del Estado de Washington