El rastreo de contactos es una forma de identificar a las personas que podrían tener COVID-19 para que puedan evitar transmitírsela a otros. Nos ayuda a hacer un seguimiento y a evitar la propagación de la COVID-19.
El rastreo de contactos comienza con una persona que dio positivo en la prueba de COVID-19. Se le indicará a esta persona que se quede en casa, excepto que deba recibir cuidados médicos, hasta que ya no sea contagiosa.
Un entrevistador capacitado se comunicará con la persona que dio positivo y le pedirá la información de contacto de sus contactos cercanos. No le pedirán un número de Seguro Social ni le preguntarán sobre el estatus migratorio. La participación es voluntaria.
Un contacto cercano es una persona que ha estado durante 15 minutos
o más a menos de 6 pies (2 metros) de distancia de una persona que dio positivo en COVID-19.
Si un contacto da positivo, el proceso comienza de nuevo como caso confirmado. Continúa trabajando con un profesional de salud pública para identificar sus contactos. Si no estuvo en contacto con nadie, el proceso se detiene.
Si un contacto no muestra síntomas durante 14 días, puede regresar a sus actividades normales.
Si se pasa por alto algún contacto infectado, el virus podría propagarse
a nuevos contactos.
El rastreo efectivo de los contactos depende de la participación de todos.
Si un profesional de salud pública se comunica con usted, esperamos que responda.