Nuevo informe de modelado explora opciones para un regreso más seguro a las clases presenciales.
OLYMPIA. Hoy, el Departamento de Salud del Estado de Washington (DOH, por su sigla en inglés) y el Instituto de Modelado de Enfermedades (IDM, por su sigla en inglés) publicaron un nuevo informe (solo en inglés), el cuarto de la serie, en el que se explora cómo minimizar la aparición de casos de COVID-19 en las escuelas y qué medidas se pueden tomar para mitigar su propagación dentro de ellas y de la comunidad en general.
Conclusiones clave del nuevo informe del IDM:
- La tasa de incidencia de la COVID-19 en el aula es proporcional a la prevalencia de la enfermedad en la comunidad. Para una población escolar específica, durante un período determinado, un simple cálculo basado en estos resultados puede estimar la cantidad de apariciones de casos de COVID-19 que una escuela puede prever (dentro de los límites de los supuestos del modelo).
- Las escuelas desde el jardín de infantes hasta el quinto grado tienen menos riesgo de experimentar casos en comparación con las escuelas media y secundaria, y el enfoque de incorporación paulatina para dichos grados tiene una tasa de ingreso del virus del 25 % más baja en comparación con la de un programa completo de 5 días por semana.
- Las escuelas secundarias tienen más probabilidades de experimentar brotes amplios que las escuelas primarias y medias debido a la capacidad reducida de mantener cohortes o grupos estables de estudiantes, el mayor tamaño de la escuela y los estudiantes más adultos, que probablemente sean más susceptibles a contagiarse.
- Las vacunas contra la COVID-19 les proporcionan altos niveles de protección a quienes las reciben. Sin embargo, dado que los estudiantes son probablemente la fuente principal de los contagios, vacunar a todo el personal no evitará que la enfermedad ingrese en las escuelas. Vacunar al personal también puede reducir la magnitud de los brotes típicos, pero el impacto es menor que otras medidas de prevención.
- Hay pocas herramientas disponibles para reducir la tasa de ingreso del virus, aunque llevar a cabo pruebas de diagnóstico de los estudiantes, los maestros y el personal con mayor frecuencia pueden reducirla hasta un 50 %, siempre y cuando sea práctico.
- Numerosas intervenciones pueden limitar el contagio entre los estudiantes, los maestros y el personal dentro de las escuelas, y los brotes serán leves si las medidas de prevención son suficientes para limitar el contagio en dichas ubicaciones.
- Nuestras conclusiones parecen coherentes cuando se aplican a otros condados del estado de Washington que tienen diferentes distribuciones por edad de las poblaciones y diferentes tamaños de las escuelas.
Este nuevo análisis del IDM, titulado “Volver a la escuela por pasos”, usa un modelo informático detallado de la COVID-19 para explorar las interacciones entre la transmisión de la enfermedad dentro y fuera de las escuelas en tres pasos: 1) ingreso del virus a la escuela; 2) propagación dentro de la escuela; 3) propagación desde las escuelas. Este enfoque por pasos ofrece nueva información sobre los riesgos y las estrategias de mitigación que podrían aplicarse en los diferentes contextos escolares y comunitarios aquí en el estado de Washington y en cualquier otro lugar.
El cierre de las escuelas a principios de la pandemia de COVID-19 se asoció con las reducciones significativas en el contagio de la enfermedad a nivel comunitario. Sin embargo, las escuelas primarias y secundarias que regresaron a las clases presenciales informaron pocos brotes (solo en inglés). Aquí, en el estado de Washington, se informaron únicamente 84 casos de transmisión dentro de las escuelas entre los 200 000 estudiantes que participaron en las clases presenciales hasta diciembre. Trescientos cinco (305) casos se relacionaron con estos focos de contagio. Esta es una tasa de transmisión notablemente baja, ya que implica un promedio de tres personas por cada foco de contagio.
Gran parte del éxito a la hora de limitar la propagación de la COVID-19 en las escuelas se atribuyó a la implementación efectiva de las medidas de prevención usadas en otros entornos, como el uso de mascarillas, el distanciamiento, la ventilación, el lavado de manos y el control de síntomas. Sin embargo, como han demostrado los análisis previos del IDM, las escuelas no son islas (solo en inglés); la carga de la COVID-19 en la comunidad es un importante factor determinante del riesgo en las escuelas.
“Las iniciativas de modelado como esta pueden mejorar nuestro entendimiento de cómo la transmisión comunitaria y escolar de la COVID-19 se afectan entre sí”, afirmó Lacy Fehrenbach, MPH, secretaria adjunta dedicada a la respuesta a la COVID-19. “Este estudio respalda lo que hemos visto en los textos, la experiencia de las escuelas de Washington y las pautas recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), los cuales indican que, si bien las pruebas y las vacunas pueden proporcionar niveles adicionales de mitigación de la enfermedad en las escuelas, el uso de medidas estrictas de salud y seguridad y la menor prevalencia de la COVID-19 en la comunidad son fundamentales a fin de reducir el riesgo para todos: los estudiantes, los educadores, los miembros del personal y sus familias.
“En conjunto, nuestros informes proporcionan información sobre la dinámica compleja relacionada con la COVID-19 y la reapertura de las escuelas”, manifestó Daniel Klein, científico de investigación sénior del IDM. “Incluso si los maestros y miembros del personal se vacunan, no hay soluciones sin riesgos. Sin embargo, la conclusión que más prevalece en todos los análisis es que las medidas de prevención y el control de síntomas, junto con las pruebas de diagnóstico en los entornos con altas tasas de transmisión, pueden mitigar de manera efectiva la propagación de la COVID-19 en nuestras escuelas y comunidades”.
Para obtener más información, visite (recursos solo en inglés):
- Pautas de los CDC sobre la vuelta a las clases presenciales en fases
- Informe del DOH sobre los brotes de COVID-19 en las escuelas
- Pautas de salud y seguridad del DOH para escuelas primarias y secundarias
- Kit de herramientas del DOH para ofrecer clases presenciales
- Manual para aprender a volver
- Registro de datos del DOH
Informes de las escuelas del IDM (algunos recursos están solo en inglés)
- Maximizar la educación y minimizar el riesgo: prioridades y obstáculos para la reapertura de las escuelas
- Las escuelas no son islas: debemos mitigar la transmisión comunitaria para reabrir las escuelas
- Tanteando el terreno: ¿es hora de volver a la escuela?
El Instituto de Modelado de Enfermedades (IDM) (solo en inglés) de la Fundación Bill y Melinda Gates es un instituto independiente de investigación que aplica una variedad de métodos de modelado y estadísticas a fin de fundamentar los esfuerzos para controlar y erradicar las enfermedades de todo el mundo. No propone soluciones ni hace recomendaciones de políticas. El IDM les proporciona asistencia técnica en forma de modelos y análisis sobre la COVID-19 al Departamento de Salud de Washington y a otros líderes del Gobierno de Washington para apoyar los esfuerzos de respuesta a la pandemia del estado. Todas las investigaciones y los informes del IDM sobre la COVID-19 están disponibles aquí.